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El aluminio es un material extraordinariamente versátil, este atributo hace que cuente con múltiples usos, desde simples utensilios de cocina a grandes carrocerías o partes de aviones. Sin embargo, existen diferentes estilos de producción, formas distintas de manipular y darle forma al aluminio,en concreto: la extrusión de aluminio y el trefilado.
Estos procesos implican el uso de una matriz o molde y siguen unas pautas de producción similares, sin embargo, cada uno cuenta con características, ventajas y cualidades únicas.
¿Quieres conocer las diferencias entre el aluminio extruido y el aluminio trefilado? ¿Cuáles son las ventajas y desventajas que encontramos entre estos dos acabados?
¡Sigue leyendo, te lo contamos todo!
Cuando hablamos de aluminio extruido nos referimos al producto que se obtiene cuando se fuerza al material, generalmente en forma de lingote, a pasar dentro de una matriz con temperaturas extremadamente altas. Los orificios de estas matrices pueden tener diversas formas según la aplicación que se le necesite dar al material.
Por ejemplo, un orificio con forma en “H” crea perfiles de aluminio con forma de “H” que pueden ser usadas en aperturas diversas, pilares de soporte o travesaños para construcción de estructuras fijas.
Existe una gran variedad de formas en las que el aluminio puede ser extruido entre ellas encontramos:
Y muchas otras formas más que pueden realizarse con diferentes aleaciones de aluminio. El producto obtenido es el resultado de la forma del orificio , que se diseña en función de las necesidades de cada fabricante.
En nuestro artículo “Ventajas de trabajar con perfiles de aluminio extruido” encontrarás más información sobre el proceso de extrusión del aluminio, sus funciones y ventajas, ¡no te lo pierdas!
Para darle forma al material, en el trefilado el aluminio es colocado en el interior de un molde y pasa por un proceso que se conoce como deformación plástica.
Al igual que el tocho de aluminio es empujado a través de una matriz para obtener la forma requerida, el aluminio se coloca en el interior de un molde en el que es estirado.
La determinación de la flexibilidad o plasticidad del aluminio durante este proceso es crucial, ya que es un material que no puede ser estirado en el punto que se vuelve quebradizo o se desgarra.
Otros productos como las tuberías estructurales pasan por un proceso conocido como trefilado en frío. Este tipo de estructuras son adecuadas para el transporte de gases o líquidos bajo presión.
Teniendo en cuenta todo lo explicado anteriormente, podemos decir que la primera y más grande diferencia entre el aluminio extruido y el trefilado tiene que ver con la manera en la que se le da forma al material a través de la matriz.
La técnica de extrusión que da como resultado el aluminio extruido es mucho más rentable en comparación con la técnica del aluminio trefilado, pues el proceso que se conoce como trefilado en frío requiere una variedad más completa de equipos y materiales.
Aunque a priori comparten muchas similitudes, como la alta resistencia, durabilidad y gran capacidad de reciclaje debido a que la materia prima es la misma, el aluminio. La elección entre uno y otro está en el uso que le queramos dar.
Mientras el aluminio extruido se puede utilizar para construir tubos, marcos, ventanas, puertas y más, el aluminio trefilado se puede utilizar por ejemplo para la transmisión y distribución de energía, lo que hace que el aluminio extruido sea más útil en el sector de la construcción.
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Esperamos que este artículo te haya sido de mucha utilidad y haya resuelto tus dudas, asimismo queremos recomendarte nuestro artículo “5 claves para elegir al proveedor de extrusión de aluminio adecuado”
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