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¿Has notado cómo ciertos materiales resisten admirablemente contra el tiempo y las adversidades, manteniendo una apariencia impecable y una integridad estructural año tras año? En sectores donde la durabilidad y la estética juegan roles cruciales, el aluminio anodizado ha obtenido mucha popularidad.
Este material se destaca por su prolongada vida útil y su excepcional resistencia a la corrosión, y, también, cautiva con su acabado estético y su adaptabilidad a diversos usos y estilos.
Sin embargo, cuando se trata de elegir el color y acabado de los perfiles de aluminio, además del proceso de anodizado, existen otras opciones como el aluminio lacado.
¿En qué consiste el anodizado del aluminio? ¿Qué deberías elegir en tu proyecto, el anodizado o el lacado de aluminio?
¡Quédate, que en IES te lo contamos todo!
El aluminio anodizado es el resultado de un ingenioso desarrollo en la historia de la metalurgia. Originado en los albores del siglo XX, este proceso fue patentado en 1923 por el Dr. Alexander Watt, marcando un hito en el tratamiento de superficies metálicas. Aunque el aluminio ya era apreciado por su ligereza y resistencia a la corrosión, la anodización lo llevó a un nuevo nivel al transformar su superficie en óxido de aluminio anódico. Esta conversión no solo fortalece el metal contra la corrosión de manera significativa, sino que también permite la incorporación de colorantes que se integran de forma duradera en la superficie.
La técnica de anodización es un proceso electroquímico que modifica la estructura original del aluminio para crear una capa superficial de óxido de aluminio. Este acabado, lejos de ser meramente estético, confiere al metal una protección robusta y perdurable. Contrario a otros tratamientos que agregan capas externas que pueden descascararse o desgastarse, la anodización altera químicamente la superficie existente del aluminio, integrándose completamente para que sea parte intrínseca del material y ofreciendo así un acabado que no se despega ni deteriora.
Uno de los mayores beneficios del aluminio anodizado es su resistencia a la corrosión y a la abrasión, lo cual es ideal para aplicaciones en exteriores y en condiciones de uso intenso. Este tratamiento asegura que los productos mantengan su aspecto y funcionalidad durante años.
El proceso de anodización permite una variada gama de acabados. El aluminio anodizado puede adaptarse a cualquier diseño y estilo, lo que lo hace perfecto para proyectos arquitectónicos y de diseño interior.
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Las superficies tratadas requieren limpieza menos frecuente y son más fáciles de limpiar cuando es necesario, sin necesidad de productos químicos agresivos. Esto reduce los costes de mantenimiento a lo largo del tiempo y contribuye a un ambiente más saludable al minimizar el uso de sustancias potencialmente nocivas.
Los tratamientos de anodizado añaden diferentes características al aluminio. Como el aluminio anodizado tiene una capa aislante de óxido de aluminio, la superficie del material ya no conduce la electricidad. Esta capa de óxido de aluminio también proporciona unas propiedades de aislamiento térmico superiores, por lo que es ideal para la realización de puertas y ventanas.
Por otro lado, como veíamos al inicio del artículo, un fuerte competidor para el aluminio anodizado es el aluminio lacado.
El aluminio lacado destaca por su sostenibilidad, ya que las pinturas en polvo empleadas carecen de disolventes, a diferencia de las líquidas. Asimismo, este proceso minimiza notablemente la generación de residuos, dado que los excesos de pintura se recogen mediante aspiración y se reincorporan al ciclo de producción.
Además, en cuanto a versatilidad estética, el aluminio lacado ofrece una mayor gama de colores, acabados y diseños.
Está utilizado en una amplia gama de aplicaciones en diversos sectores, como:
El aluminio anodizado es comúnmente utilizado en fachadas, marcos de ventanas, puertas, barandillas y paneles de construcción. Su resistencia al desgaste y a las condiciones climáticas adversas lo convierte en la elección ideal para edificaciones con requerimientos de bajo mantenimiento y alta estética.
Desde componentes automotrices hasta estructuras en aeronaves, el aluminio ofrece una reducción significativa de peso sin comprometer la resistencia y durabilidad, aspectos críticos en cualquier medio de transporte. El aluminio anodizado se utiliza en componentes automotrices, marcos de bicicletas, partes internas y externas de aeronaves, y en embarcaciones por su resistencia a la sal y a otros elementos corrosivos. Sus propiedades anticorrosión son especialmente valoradas en aplicaciones marinas y aeroespaciales.
En el sector de la electrónica, el aluminio anodizado se utiliza para carcasas de dispositivos móviles, computadoras portátiles, y otros gadgets. Su excelente aislamiento eléctrico, sus propiedades anticorrosión y su resistencia al rayado le confieren numerosas ventajas.
Desde utensilios de cocina, como ollas y sartenes, hasta equipos deportivos y piezas de mobiliario. Su no toxicidad asegura que es seguro para el contacto con alimentos, y su resistencia al desgaste garantiza que los productos de consumo mantengan su apariencia y funcionalidad durante años.
Con el aluminio lacado, obtenemos un producto de excelente calidad, con un acabado impecable y una resistencia excepcional.
De las ventajas a destacar:
Esperamos haber resuelto tus dudas. En IES Installux Extrusion Services, somos especialistas en la extrusión de aluminio, lacado, mecanizado y ensamblado RPT de perfiles de aluminio en España y Francia.
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