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¿Alguna vez te has encontrado en una situación en la que el presupuesto de tu proyecto se dispara sin control? ¿Has sufrido dolores de cabeza por un diseño de producto que resulta demasiado caro respecto al precio de mercado?
Si es así, entonces el método Design to Cost es una herramienta que seguramente has oído hablar y que no puedes permitirte ignorar.
En este artículo, profundizaremos cómo este enfoque puede ayudarte a controlar tus proyectos dentro del presupuesto y cómo puede ser la clave de un éxito comercial.
¡Sigue leyendo!
Este método, también conocido como Diseños para costes, es una estrategia de producción que busca integrar la optimización de costes de un producto desde su fase de diseño, sin comprometer el rendimiento técnico del mismo.
Esta metodología se originó a través de la colaboración y el intercambio de ideas entre la industria aeroespacial y de defensa de los Estados Unidos en la década de 1960. El concepto detrás de dicha metodología se basa en la incorporación de objetivos de coste desde la fase de diseño para evitar rediseñar el producto si el diseño original resulta demasiado costoso para el mercado.
Para ser concisos, el objetivo de este método es desarrollar productos que sean rentables desde el punto de vista económico, sin perjudicar su funcionalidad.
La implementación del método implica una estrecha colaboración entre los departamentos de diseño, producción y compras. El propósito de esta colaboración es garantizar que ingenieros cuenten con el apoyo de expertos para explorar alternativas de diseño y comprender los numerosos factores de coste críticos con el fin de tomar las decisiones correctas.
Este método permite a las empresas desarrollar productos rentables, desde el punto de vista económico. Lo que las posibilita de mantenerse competitivas en un mercado cada vez más globalizado y exigente.
Al controlar los costes de producción, las empresas pueden ofrecer productos más competitivos y aumentar su cuota de mercado.
La puesta en marcha de este método implica seguir una serie de pasos concretos para garantizar que se alcancen los objetivos de coste establecidos desde el principio. Estos son algunos de los pasos más importantes:
Para hacerlo, se pueden establecer diferentes niveles de calidad y funcionalidad. Por ejemplo; el nivel más básico tendría solo lo esencial para satisfacer las expectativas, mientras que el nivel más alto agregaría funcionalidades y características de lujo. Este enfoque también se conoce como Diseño al Valor.
Definir el costo objetivo en la fase de diseño es un paso fundamental en el camino hacia la rentabilidad en la producción.
En este paso crucial, el equipo establece los diferentes impulsores de costos que se deben tener en cuenta en la fase de diseño del producto, ya que estos influirán mucho en el precio final del producto. De hecho, el ingeniero de diseño puede influir en el 70 % del coste final de un producto.
Además de los costes directos, el uso de materiales superfluos repercute indirectamente en los costes del proceso, los costes ecológicos y cada uno de los demás factores que se describen a continuación. Todo se debe analizar, desde las tolerancias de los materiales hasta los requisitos de mecanizado.
Desde los tiempos de extrusión y enfriamiento, hasta la disponibilidad de las instalaciones y los costes de los equipos, la facilidad de fabricación es importante en todos los aspectos del diseño.
La añadidura de una pieza que requiera montaje manual, por ejemplo, puede tener un impacto en el coste mucho mayor que el coste directo de los materiales.
Aunque esta estrategia no es exclusiva de la metodología Design to Cost, es un punto clave de enfoque para otras metodologías, como Design for Assembly y Design for Manufacturing & Assembly.
La estandarización del diseño es uno de los aspectos más considerables en el desarrollo de diseño de cualquier industria manufacturera. Es esencial considerar cualquier material utilizado en el diseño modular, ya que esto ayuda a reducir los costos fijos en gran medida.
Hay múltiples factores geográficos relevantes que se deben considerar en la gestión de costos, como las cadenas de suministro y los ecosistemas, la disponibilidad de componentes, cuestiones relacionadas con el trabajo, impuestos y aranceles.
El peso y el volumen del producto son factores fundamentales a considerar en el proceso de diseño por varias razones.
Efectivamente, afectan directamente los costos de transporte y almacenamiento del producto. Un producto más pesado y/o voluminoso requerirá un envío más costoso y ocupará más espacio en los almacenes, lo que puede aumentar los costos de almacenamiento.
El modelo de gestión Lean Manufacturing, también conocido como producción ajustada o simplemente Lean, es uno de los conceptos más importantes en términos de minimización de residuos.
Fue desarrollado, después de la Segunda Guerra Mundial, por el fundador de la compañía Toyota, Sakichi Toyoda. Con la idea de la mejora continua en la producción, eliminando cualquier actividad que no agregue valor al producto final y la involucración de todos los empleados en el proceso de mejora, con la premisa de que cada trabajador tiene algo valioso que aportar.
Al minimizar los residuos, se pueden ahorrar costos en la adquisición de materiales, en la gestión de residuos y en la disposición final de los mismos.
Esto permitirá mejorar la eficiencia y costos en el proceso de producción, así como la calidad del producto final.
Además, la minimización de residuos también tiene un impacto positivo en el medio ambiente, lo que a su vez ayuda a reducir la huella de carbono del producto y la empresa en general, lo que es cada vez más relevante para los consumidores y las regulaciones gubernamentales.
Aunque no forma parte del proceso de producción, el mantenimiento no debe ser ignorado como un costo dentro del diseño. Tomar decisiones de diseño adecuadas puede aumentar los intervalos de mantenimiento y mejorar la accesibilidad a áreas difíciles.
Enfocarse en un diseño amigable con el mantenimiento puede reducir los costos futuros después del ciclo de producción.
La fase de análisis de resultados es crucial con este enfoque, ya que influirá en las decisiones de fabricación. Es esencial examinar si el diseño se ajusta a los objetivos establecidos o si puede mejorarse.
Es necesario repetir el proceso Design to Cost hasta que se logren los objetivos deseados, se superen o no se puedan mejorar más.
Si has llegado hasta aquí, seguramente estás convencido de que este método ofrece múltiples beneficios. Sin embargo, antes de terminar, nos gustaría destacar los más relevantes:
Sin duda, el método Design to Cost es una herramienta muy útil para cualquier empresa industrial que busque mejorar la rentabilidad de sus productos.
Es importante recordar que es preferible trabajar con el departamento de compras y los proveedores lo antes posible en la fase de diseño de un nuevo producto. De hecho, es sensato tener en cuenta las limitaciones de producción desde el principio del proyecto.
En nuestra actividad, por ejemplo, hay que tener en cuenta una serie de elementos geométricos a la hora de diseñar una nueva matriz, como la creación del plano en función del número de salidas, la forma de los resaltes, los espesores mínimos, las tolerancias o los acabados superficiales…
Trabajar con nosotros lo antes posible permite identificar los factores de coste esenciales y reducir los requisitos técnicos innecesarios o difíciles de aplicar.
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