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Desde hace ya algunos años, los gobiernos del mundo se han implicado en fomentar nuevas iniciativas para apoyar al medioambiente y tratar de frenar el cambio climático apoyando la construcción sostenible.
Actualmente existe una gran preocupación en la sociedad sobre el futuro del planeta, por lo que, son muchos los colectivos y entidades que se inclinan y abogan por formas de producción más sostenibles.
Esto ha afectado en gran medida a las industrias, especialmente a la de la construcción.
La OMS (Organización Mundial de la Salud) determinó que durante el verano de 2021, que entre un 73% y un 84% de la población seguían expuestos a unos niveles insalubres de ozono en el aire.
Estas cifras son realmente alarmantes para la población, requieren tomar medidas urgentes por parte de uno de los sectores que produce un mayor número de emisiones de gases contaminantes atmosféricos y de efecto invernadero (GEI), el sector industrial, por lo que éste ha implementado medidas drásticas con las que paliar el problema.
La Directiva sobre las emisiones industriales (DEI) define las obligaciones de las grandes instalaciones industriales, recogiendo las emisiones que refieren a la atmósfera, el agua y el suelo, para reducir la generación de residuos en industriales.
Como decíamos, para hacer frente a toda esta problemática se ha fomentado desde los gobiernos centrales la construcción sostenible, una forma de asegurar la reducción del impacto medioambiental y la garantía de eficiencia energética.
Esta construcción verde por la que apuesta la industria actual tiene efectos sobre las formas de gestionar los residuos industriales, las formas de producción e incluso los materiales elegidos.
¿Quieres saber en qué consiste la construcción sostenible y por qué necesita del aluminio? ¡Te lo contamos todo en éste artículo!
Esta idea innovadora se basa en un nuevo modelo de edificación, que tiene en cuenta reducir los impactos ambientales relacionados con todo el proceso de construcción, teniendo en cuenta desde la fase de diseño, construcción, uso del edificio, gestión de residuos, y por supuesto, los materiales de construcción elegidos.
¿Cuál es el objetivo de estas construcciones? Crear edificios eficientes, inteligentes y respetuosos con el medio ambiente utilizando materiales y recursos naturales y haciendo un uso eficiente de las energías y el agua para lograr el mínimo impacto medioambiental, haciendo que la construcción sea lo más sostenible posible.
Por supuesto, la construcción sostenible también tiene como objetivo el garantizar la rentabilidad económica a las empresas industriales.
Tanto en el proceso de construcción como en los materiales que se utilizan, se consumen grandes cantidades de energías y se producen severas emisiones atmosféricas contaminantes que tienen efectos nocivos sobre el planeta y sus ciudadanos.
Las prácticas de construcción tradicionales se han guiado generalmente por criterios económicos con miras a corto plazo, sin embargo, la gravedad de los impactos ambientales de los últimos años ha puesto de manifiesto que este modelo ya no es viable.
Este modelo de construcción tradicional ha impulsado y acelerado el cambio climático y la deforestación, que son ejemplos de los efectos que tienen sobre el planeta las prácticas constructivas bajo un sistema basado únicamente en la rentabilidad económica.
La construcción verde no solo afecta al ámbito de ejecución de la obra, sino que también implica a las industrias de fabricación de materiales de construcción y el resto de procesos que se relacionan con el proceso de edificación, por lo que es necesaria la colaboración de los diferentes actores.
De esta forma, apostar por una construcción verde conlleva un cambio radical en la mentalidad y forma de actuación del sector.
Una de las entidades más importantes que rigen esta iniciativa es la GBCe (Green Building Council España o Consejo para la Edificación Sostenible en España). Se creó en 2008 con el objetivo de ayudar a transformar las edificaciones a un modelo sostenible de forma progresiva.
Perteneciente a la World Green Building Council (WorldGBC), esta organización forma a profesionales del sector, certifica construcciones sostenibles y facilita procesos para acelerar la transformación a la sostenibilidad. Una de sus certificaciones destacadas es la Certificación Verde que solo obtienen aquellos edificios que durante el proceso de construcción han utilizado metodología sostenible, materiales sostenibles como el aluminio.
Sin embargo, esta es una de las muchas entidades reguladoras de la edificación verde. El propio gobierno central ha emitido varias normativas para promover esto en el sector de la construcción como; la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular o Ley 7/2021, de 20 de mayo, de cambio climático y transición energética.
Además, el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales junto al Ministerio de Medio Ambiente han elaborado un Manual de Buenas Prácticas Ambientales en la familia profesional: edificación y obras públicas para que otras empresas puedan copiar y seguir estas prácticas e impulsar el modelo sostenible de forma progresiva.
Como se ha comentado anteriormente, la elección de los materiales es fundamental a la hora de llevar a cabo un proyecto sostenible de construcción. El modelo de construcción verde aboga por materiales más ecológicos con menor presencia de aditivos químicos que los materiales tradicionales.
El aluminio se considera uno de los materiales sostenibles por excelencia gracias a su circularidad.
¿Qué significa esto? Que es un material que se puede reciclar al 100%, de forma ilimitada sin perder calidad ni propiedades. Durante el proceso de fabricación, incluso los residuos son reutilizables, lo que lo hace muy conveniente para asegurar la sostenibilidad de las nuevas edificaciones.
El aluminio es un material abundante en la naturaleza, uno de los metales más comunes en la corteza terrestre, que además tiene amplias propiedades, lo que lo hacen perfecto para todo tipo de usos y aplicaciones.
Además, el aluminio no es un material tóxico, tampoco genera partículas contaminantes, ni contamina suelos, aire ni aguas, al contrario que otros materiales como el plástico.
El aluminio se diferencia por su resistencia, durabilidad, ligereza, versatilidad, facilidad de manipulación y la posibilidad de aplicar múltiples acabados diferentes, cosas que no todos los materiales permiten.
Todo esto lo convierte en una apuesta segura para conseguir la sostenibilidad y eficiencia energética en la construcción, consiguiendo los mejores resultados en la producción y siendo viable para la economía del sector.
A menudo, se confunde la construcción sostenible a nivel medioambiental con la construcción eficiente energética. Estos son conceptos completamente diferentes, la construcción verde sí engloba a las construcciones con eficiencia energética. Sin embargo, en el caso contrario no tiene por qué haberse utilizado materiales sostenibles.
A la larga, la construcción sostenible es mucho más rentable económicamente. No es solo el bajo impacto que tiene para el medioambiente, si no que también proporciona un ahorro de costes a largo plazo debido a su eficiencia energética, la baja producción de residuos y el aprovechamiento de los recursos naturales.
Como ves, la construcción sostenible marca el futuro de las edificaciones y la industria, y el aluminio será el material clave en los proyectos de construcción.
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